S&P mantiene el ráting de España en BBB con perspectiva estable

Standard & Poor's ha confirmado la calificación de España en BBB para la deuda a largo plazo y en A-2 para la deuda a corto, con perspectiva estable, lo que en opinión de la agencia significa que "los riesgos para los rátings están equilibrados".

La conclusión de S&P se basa en que si bien las reformas estructurales acometidas en 2010 han dado sus frutos, elevando la competitividad de España, así como el empleo y las exportaciones, la economía aún se enfrenta a algunas incertidumbres.

En este sentido, la agencia de calificación financiera cita el debilitamiento de la demanda externa, en un periodo además marcado por la próxima celebración de comicios regionales y nacionales.

S&P, que prevé que la economía española crezca un 1,3% este año y cerca de un 2% en el periodo 2015-2017, cree que estas tasas de crecimientos generarán empleo, lo que a su vez impulsará la demanda interna.
Asimismo, considera que España cumplirá su objetivo de déficit público, fijado en el 5,5% del PIB para este año, pero duda de que ocurra lo mismo en 2015 como consecuencia de la celebración de elecciones generales y regionales.

En este sentido, advierte de la posibilidad que "las elecciones generales del próximo año puedan generar un entorno político fragmentado, a nivel nacional y regional". Y añade que "también puede dar lugar a desviaciones en las políticas fiscales y estructurales", lo que podría poner en riesgo los objetivos de déficit público a medio plazo y el crecimiento económico".

Cataluña seguirá siendo parte de España
S&P opina también respecto al conflicto catalán y espera que las tensiones entre el Gobierno central y la Generalitat se reduzcan en los próximos meses. Según la agencia de ráting, su escenario más probable es que "la Comunidad Autónoma de Cataluña seguirá siendo parte de España".

Eso sí, advierte de que si Cataluña dejara de ser parte del Reino de España, "los indicadores crediticios del soberano, incluyendo el nivel medio del PIB per cápita, las cuentas externas, y la posición de las finanzas públicas, se debilitarían. Lo anterior podría afectar al ráting de España".